10 jul 2007

IBIZA 2007

Las órdenes de cierre que pesan sobre tres emblemáticos locales de ocio de Ibiza: Amnesia, DC10 y Bora Bora, no van a ser suficientes para que la Isla Blanca abandone la etiqueta que se ha ganado desde hace décadas. Ni siquiera el aviso de bomba en el aeródromo ibicenco el pasado sábado 30 de junio va a ser capaz de achantar a los cientos de miles de clubbers que cada verano eligen como destino la isla. Ofertas hay a patadas, charters a "tuti plen" y la actividad no encuentra parada. DC10 salió victoriosa del recurso presentado, aunque en su segunda fiesta de apertura la Guardia Civil levantó 95 actas por tenencia y consumo de drogas. Además, según comentan los isleños, una decena de nacionales uniformados desfilaron por el local con el grito de “fuera, fuera” de todos los que en esos momentos bailaban con Mr. C. Amnesia ya ha anunciado la paralización de la orden de cierre y previsiblemente en los próximos días abrirá sus puertas.


Los foros recogen la resignación de tantos jóvenes que ya han proyectado sus viajes a Ibiza con intenciones, entre otras, de visitar estos emblemáticos espacios, aunque no es su único sentido. Eso sí, Amnesia camina sobre la cuerda floja desde que Brasilio, el alma de La Troya, sustituyera las instalaciones del club de la carretera de San Antonio por las del de Platja d´en Bossa, Space, la pasada temporada. Visto lo visto, otra de las fiestas con más tirón, Cocoon, se ha trasladado a la discoteca más grande del mundo, Privilege, aunque el cambio es por el momento eventual, hasta que Amnesia entre en funcionamiento. Sin embargo, la temporada está en plena efervescencia y la frenética actividad no espera por nadie. Ibiza estará siempre en boca de todos los amantes de la fiesta, se lo merezca o no.Lo que está claro es que muchos residentes se aferran como clavo ardiente al nombre que esta isla tomó de la colonia cartaginesa Ebusus para triunfar dentro y fuera de nuestras fronteras. Deejays como Igor Marijuán defienden a ultranza que durante los meses de verano la isla se convierte en el epicentro de la música electrónica, aunque otros como PT10 hablan con razón del estancamiento de la programación en algunas de las salas que presumen de ser las mejores del mundo.