22 mar 2006

MOBY

El concierto de Moby del 4 de junio en la Riviera de Madrid no fue sólo un alegato musical, sino político. Moby sabía que contaba con un público heterogéneo, pero que iba a responder perfectamente ante su mezcla de estilos desde el punk rock, el wave de los ochenta, y la electrónica de los noventa, todo ello siempre con un sonido sintético, electrónico, transformado, excepto en alguna pincelada acústica o de la batería. Y también sabía que sus lemas antibush, que no se limitan sólo al escenario, ya que participa en varios proyectos contra el gobierno de los EE.UU, proyectos audiovisuales y musicales, iban a elevar y levantar, como reza una de sus canciones de Hotel, los ánimos del auditorio. Éste agradeció en todo momento que el concierto, bien llevado por Moby, (Richard Melville Hall), discurriera en una equilibrada alternancia de temas de sus álbumes Play, de 18 y su último álbum, Hotel, así como alguna “rareza” puramente techno. Pero si hay alguien que es absolutamente esencial en Moby, y más para llevar un directo, insostenible sin ella, es Laura Down, su cantante. Una voz aterciopelada de blues y soul, o bien enrabiada de funk y rock, cuando quiere, y una forma de bailar capaz de llevar el ritmo de toda la sala. Sin duda la pianista, el guitarra y batería tienen su mención evidente, sin ellos tampoco existe el resultado sonoro. Es más, como cantante, Moby , no aporta más que una peculiar voz, casi declamada, a la que nos hemos acostumbrado ya como ligada a ese sonido tan espontáneo de, eso sí, canciones compuestas por él, cercanas a un pop-rock pegadizo y fresco, pasado por el tamiz de los parámetros de repetición, ecos y efectos electrónicos. Por eso no importó que la mayor parte de sus intervenciones fueran samplers, porque lo que importa es el resultado global, si bien la voz de Laura fue en todo momento “real”. Lo que llenó al público, fue no solo la prodigalidad del concierto, con unos buenos bises, alguna que otra sorpresa y una buena realización y puesta en escena, sino la capacidad de este hombre nacido en Conneticut y de su equipo de músicos de transmitir, de conectar por todos los poros con un público que no imaginaba que les hablara en un casi fluído castellano, acerca de la miseria ético moral de su país y se disculpara de los efectos de la política de Bush. Presentando cada tema, Moby explicaba con tranquilidad lo que quería transmitir, lo que significaba la letra y las emociones que se expresaban, y se agradece, porque así se unían el plano visual, cinematográfico de sus canciones, ése que se ha asociado muchas veces a simples anuncios o campañas publicitarias, y por otro lado el plano puramente “musical”, el de la emoción, el que hace apreciar que el ritmo de Lift me up por ejemplo, no es aleatorio, que la continuidad de la batería unida a la repetición del estribillo, y el grito “ Aiah Nouwamba “ nos llevan a un ritmo casi tribal, quizá el de las tribus indias americanas en pie de guerra ante la globalización y la industrialización feroz, que piden “elevarse” ( lift me up ) sobre la ciudad de NY para superar su dureza. Realmente la mayoría de los temas de Moby, y más en Hotel, son como himnos que toman motivos del folk, el gospel y el blues. Esta canción se dejó para los primeros bises. Pero la formación rockera de Moby, en los años ochenta, le llevó a versionar Walk on the wild side, de Lou Reed, perfecta y conseguida adaptación que se disfrutó muchísimo, también por el apoyo de la voz de su cantante, y que potenció el viaje a los sonidos de Nueva York. Alguna perla como una seudo bossa de Beautiful, ( también de su último álbum ), o una extraña interpretación de Creep, de Radiohead, eran pequeñas –o grandiosas- alusiones que Moby hizo a la historia de la música del siglo XX. No faltó la música clásica bajo los dedos de Lucy, un teclista y vocalista que en menos de un minuto tradujo el Para Elisa de Beethoven en un sonido de fox-trot y de rock cincuentero. Destacaremos también una lentísima versión de In this World, lenta pero maravillosa, nada pesada, al revés, permitió explorar todos los recovecos del soul en el discurso interminable del grave al agudo. Casi a capella Laura Down lo supo hacer.
En fin, Moby nos demostró que lo aparentemente simple puede ser complejo y viceversa, tanto en música como en política, como en el mundo actual, y que para entenderlo y para salir de esa simpleza –muchas veces peligrosa- como la de Bush, según el mismo Moby ha dicho, hay que conocer, entender y saber hablar desde todos los registros, musicales, culturales, sociales, y por supuesto históricos.

BIOGRAFIA

Richard Melville Hall, más conocido como Moby, nació y se crió en Darien (Connecticut). A los diez años tocaba la guitarra clásica, y a los 20 ya había formado parte de varias bandas como Ultra Vivid Scene. Durante unos años asistió a la universidad antes de mudarse a Nueva York, donde comenzó a trabajar como Dj. Moby empezó a ser conocido a principios de los noventa por sus contribuciones a la música dance y techno, lanzando unos cuantos singles y ep´s para el sello independiente Instinct.
"Go" fue su primer tema conocido, gracias a la serie de culto "Twin Peaks" de David Lynch. El single alcanzó el Top 10 en UK, y Moby fue solicitado por gente como Michael Jackson, Pet Shop Boys, Brian Eno, Depeche Mode, Erasure u Orbital para remixar sus temas.
Su primer trabajo de larga duración se editó en 1992 con el título homónimo "Moby". "I feel it" y "Thousand" fueron los siguientes trabajos de este incansable creador. Este último single tiene el record Guiness como el tema de ritmo más rápido registr ado. "Ambient" reunía material no editado grabado entre 1988 y 1991. "The Story so far" se editó como una colección de singles.
En 1994 Moby firmó con el sello Electra Records. "Everyhing is wrong", su primer álbum con el nuevo contrato, recibió excelentes críticas de la prensa norteamericana que lo había ignorado anteriormente. En 1996 el polifacético artista abandonó el techno y se dedico al rock con "Animal rights". "I like to score"(1997), recopilaba temas inspirados en sintonías de películas y programas de TV. El exitoso "James Bond Theme" recogido en este cd, se incluyó también en la banda sonora del film "El mañana nunca muere" ("Tomorrow never dies")
"Play" es lo último de Moby. Este trabajo se editó en 1999 y se ha convertido en un gran éxito de ventas. A ello no es ajeno el rescate que ha realizado el mundo de la publicidad de algunos temas incluidos en él. "Play" es el mejor trabajo de Moby según la crítica especializada.
Moby ha estado últimamente bastante ocupado, todavía sigue viviendo del éxito de 'Play', sus temas han sido sintonía de 3.479 anuncios publicitarios. Un tema del álbum se incluye en el recopilatorio de trabajos new age llamado 'Moods III', la misma serie que lanzó 'Tubular Bells'. Mientras tanto, Moby trabaja en el seguimiento en su casa de Nueva York.
Acerca del libro biográfico que ha escrito Martín James y que se ha publicado recientemente Moby comenta: "Es muy raro tener la vida de uno resumida en unos cientos de páginas por un escritor de tercera clase, pero aprecio el repaso casi objetivo de mi vida y me carrera. Me he dado cuenta de que he sido un hombre verdaderamente molesto y horrible algunas veces, especialmente en lo que se refiere a mi carrera. Así que a cualquiera que haya estado conmigo durante un tiempo, muchas gracias, de verdad que lo aprecio y siento haber sido tan difícil a veces."
MOBY tendra su quinto album de estudio ’HOTEL’en el 2005. El primer single saldra el 28 de febrero y el 14 de marzo saldra el LP.Grabado y mezclado en su apartamento, Electric Lady Studios y Loho Studios en Manhattan, New York. Junto al baterista Scott Fassetto, Moby toca el resto de los instrumento y ademas de su voz podemos oir la de Laura Dawn. ’Hotel’ ha sido producido por el propio Moby y mezclado y masterizado por el mismo y Brian Sperber.